Carlos Pérez: «El sector de la restauración sabe hacer bien su trabajo: no nos pueden dejar atrás»

Vivimos, y padecemos, un episodio totalmente insólito, inimaginable incluso en la ficción más imaginativa. Un estado de shock provocado por la primera pandemia global retransmitida y pulsada en tiempo real. Tan solo Bill Gates, a raíz del brote del ébola en 2015, y algunos científicos que fueron calificados de “gurús del apocalipsis” se adelantaron a pronosticar que la humanidad no estaba preparada para una situación como la que nos ha tocado vivir en primerísima persona.

Actualmente, la industria de la Restauración, la Hostelería y, en global, el sector del Turismo atraviesa una situación de anormalidad que ha alterado del todo el mercado. Es un escenario complejo, difícil de entender y aún más de gestionar porque la norma es: la incertidumbre. Las restricciones a la actividad, las limitaciones de movilidad, los aforos restringidos, los servicios condicionados o, directamente, prohibidos se suman a una actividad legislativa constante y que ofrece escaso o nulo margen para la adaptación del negocio.

Y la gravedad del momento se acrecienta por la falta de soluciones y medidas de apoyo a las empresas que siguen cargando con costes fijos muy pesados. La revisión de los alquileres se ha dejado a la negociación de las partes sin que la equidad o la distribución del riesgo de esta crisis se hayan considerado como directrices para crear un marco justo y confiable. Los impuestos y tasas ni se han abordado. Y si bien, al inicio del Estado de Alarma, la regulación laboral vino a aliviar la hibernación en la que entramos, el nuevo acuerdo es claramente insuficiente para un sector que ve muy lejos la recuperación de la normalidad (nueva o vieja).

En definitiva, hemos entrado en una fase que nada tiene que ver con cualquiera de la desescalada y que es la de supervivencia para proteger a toda costa el empleo que sosteníamos y que ya parece difícil sostener si estamos abocados al cierre de muchas unidades de negocio. Por eso, es ahora (y ya es tarde) el momento de seguir, y no solo mirar, a los países vecinos de Europa y aprobar con valentía Planes Integrales de apoyo y estímulo, porque si no puede que simplemente quede el rescate del sector.

Francia, Italia, Alemania han tomado decisiones durante todas estas semanas, la rebaja del IVA es una, conscientes de la magnitud del golpe que sufre la sociedad y su economía. España tiene identidad propia y la restauración es parte de su marca y de los motores de su economía; no parece que tengamos opción si queremos que este episodio negro sea eso, un episodio y no algo más largo y penoso en la historia del país.

Somos responsables y entusiastas de nuestras cocinas, salas, barras, terrazas, se puede contar con nosotros para regresar a la sana normalidad porque sabemos hacer bien nuestro trabajo y conocemos cómo superarnos y reinventarnos. No nos pueden dejar atrás.

#VolveremosMasFuertes

Fuente Revista alimentaria

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