La Restauración Organizada y HOSTELERÍA DE ESPAÑA lamentan que el Gobierno no regule la suspensión y acomodación a las circunstancias de los alquileres de locales de negocio por la crisis del Covid- 19

Se calcula que, de no atender a las reclamaciones del sector, el 15% de los establecimientos no podrá sobrevivir

(Madrid, 23 de abril de 2020).- Marcas de Restauración y HOSTELERÍA DE ESPAÑA, principales representantes de los empresarios de la restauración nacional, lamentan que el Gobierno siga ignorando la grave situación por la que atraviesa el sector, cuyas reclamaciones han sido excluidas en el Real Decreto-ley 15/2020 de medidas urgentes complementarias para apoyar la economía y el empleo, aprobado el 21 de abril.

No parece que la mejor manera de apoyar al empleo y a la economía sea no regular adecuadamente en el sector la suspensión y acomodación de los alquileres de locales comerciales a las circunstancias excepcionales provocadas por la crisis del Covid-19, tal y como hemos solicitado en reiteradas ocasiones. En vez de adoptar medidas de ayuda solidarias y de justa equidad económica como han hecho países de nuestro entorno (Francia, Italia o Alemania), el Gobierno deja desasistido al colectivo que compone el tejido empresarial del país.

Instamos una vez más al Gobierno a adoptar medidas que supongan un alivio en las cargas económicas a las que deben hacer frente los hosteleros durante el cierre por fuerza mayor de sus negocios, como es la exoneración del pago del alquiler y su adecuación a las circunstancias a corto plazo. Según un estudio de Bain y EY, los negocios de restauración tienen que hacer frente durante su cese de actividad a gastos fijos de entre 6 y 16 mil millones de euros, lo que supone un compromiso inasumible para los más de 270.000 bares, restaurantes y cafeterías que conforman el sector.

En este escenario de incertidumbre y crisis profunda, la suspensión y acomodación proporcional de la renta de los alquileres a las ventas, nulas en este momento y muy restringidas en un futuro próximo, es de especial necesidad para un sector de frágil estructura financiera y sin la capacidad de resistencia de otros sectores.

La simple moratoria del pago de los alquileres aprobada el pasado 21 de abril, lejos de despejar las amenazas que se ciernen sobre miles de pequeñas empresas, sólo hace aplazar unos meses la condena al cierre obligado. No es descabellado afirmar que si no se implementan las medidas que reclamamos, un 15% de las todas las empresas están abocadas a la desaparición, lo que supone más de 40.000 pequeñas y medianas empresas. No será más que la propia Administración del Estado por su gestión en esta crisis la responsable directa de dicha situación,
planteada bien por su inacción o por medidas claramente deficientes en su planteamiento básico.

En esta situación apelamos a la aplicación del artículo 1105 del Código Civil, que contempla el supuesto de exoneración del pago de rentas por causas de “fuerza mayor” y en su caso la adecuación del pago de rentas proporcionales a las ventas reales en el corto plazo. Por ello, solicitamos al Gobierno la aplicación de la doctrina “Rebus Sic Stantibus”, por la que el arrendatario es exonerado del pago de alquileres o rentas ante estas circunstancias de excepcionalidad.

La hostelería tiene un fuerte peso en la economía nacional, donde supone el 6,2% del PIB, empleando a más de 1,7 millones de personas de manera directa. La grave crisis que vivimos puede suponer un descenso en la facturación de hasta el 40% en lo que queda de año y un impacto negativo en el empleo de hasta 680.000 puestos en el peor de los escenarios planteados, según datos del informe elaborado por la consultora Bain & Company y la firma de servicios profesionales EY.

Además, cabe resaltar que durante este periodo de crisis se han llevado a cabo múltiples iniciativas solidarias y de continuidad de prestación de un servicio esencial aun cuando el racional de negocio ha sido dudoso.

Creemos, no obstante, que aún estamos a tiempo de que el Gobierno aprecie la gravedad de la encrucijada planteada a la que nos enfrentamos y arbitre las medidas necesarias para evitar el mal mayor. El esfuerzo financiero para salvar nuestra hostelería debe recaer entre todos los agentes implicados en la actividad, única manera de asegurar la pervivencia de nuestros establecimientos y los puestos de trabajo.

Por todo ello, instamos al Gobierno a que aplique el supuesto de exoneración de rentas por causa de fuerza mayor, de modo que el arrendatario sea exonerado del pago de alquileres o rentas desde la fecha de entrada en vigor del Estado de Alarma, y se adecúe un sistema de pago flexible de rentas, al menos hasta diciembre de 2020, en justa proporcionalidad al potencial y expectativas de ventas del propio sector.

Para Carlos Pérez Tenorio, presidente de Marcas de Restauración, “Debemos hacer gala del ‘todos unidos para vencer al virus y proteger al país, que reza el lema de esta crisis y consideramos que debería ser aplicado de manera solidaria y no dejar que algunos lo perdamos todo mientras que otros aseguran sus rentas. No es de justicia”.