Manifiesto ante el futuro Reglamento europeo del envase

Los sectores agroalimentarios españoles firmantes urgen a la Presidencia Española mayor seguridad jurídica y alimentaria en el futuro Reglamento de Envases

Madrid, 17 de octubre de 2023. Los sectores agroalimentarios españoles firmantes del manifiesto, que incluyen once organizaciones de agricultores, ganaderos, productores, envasadores, industrias de la distribución y restauración, así como recicladores, urgen a la Presidencia Española en la UE a preservar la seguridad jurídica y alimentaria en el futuro Reglamento europeo de envases y envases de residuos (PPWR). Piden que las medidas implementadas salvaguarden la seguridad y calidad de los productos agroalimentarios distribuidos y exportados en España, así como garantizar una mayor seguridad jurídica para que las empresas del sector agroalimentario español puedan adaptarse progresivamente a los objetivos de reutilización, recogida y reciclaje del futuro Reglamento Europeo de Envases.

Los objetivos de reutilización deben ser flexibles para no comprometer la seguridad y la calidad de los alimentos

Durante los últimos años, la industria agroalimentaria ha desarrollado esfuerzos para garantizar mejores prácticas en materia de economía circular, como la reducción de plásticos o la sustitución de los materiales por otros reciclables. Sin embargo, las organizaciones firmantes coinciden en señalar que la nueva legislación, no solo deberá incentivar soluciones que contribuyan a minimizar el impacto sobre el medio ambiente de los envases agroalimentarios, sino también garantizar que los objetivos del Reglamento protegen la calidad, la seguridad alimentaria y sanitaria, y la disponibilidad de los alimentos en todas partes tal y como establece la Estrategia Europea de la Granja a la Mesa.

En este sentido, a la hora de establecer objetivos de reutilización de envases alimentarios, las organizaciones firmantes del manifiesto piden una revisión profunda de las distintas funcionalidades de los envases y alimentos, contemplando las exenciones necesarias para preservar la seguridad alimentaria, minimizar los riesgos para la salud y reducir el desperdicio de alimentos. También señalan que este cambio en el modelo de producción tendría una serie de implicaciones económicas y logísticas derivando además por ejemplo en un aumento de la huella de carbono e hídrica al compararlo con el sistema actual de recogida y reciclaje, ya que las nuevas obligaciones de reutilización supondrían la implementación de -entre otros- nuevos sistemas de lavado, refrigeración y transporte.

El plástico de origen vegetal puede ayudar a alcanzar el objetivo de contenido reciclado ante una escasez de plástico reciclado que no prevé el reglamento

Asimismo, las organizaciones agroalimentarias firmantes piden contemplar la neutralidad tecnológica a la hora de cumplir con los objetivos de contenido reciclado, con alternativas como los plásticos de origen vegetal. La propuesta de Reglamento presentada por la Comisión establece objetivos mínimos de contenido reciclado para los envases de plástico de hasta un 50% en 2040, pero no contempla medidas para asegurar que haya plástico reciclado para uso alimentario a un precio competitivo.

Las empresas afrontan nuevos costes, cambios operativos e inversiones que requieren seguridad jurídica y un marco regulatorio que les facilite esta transición

Por último, ante el grave periodo inflacionista y los esfuerzos ya acometidos por el sector agroalimentario para cumplir con toda la legislación en materia de economía circular, como la implementación de la Directiva Europea de Plásticos de un Solo Uso o los esfuerzos de alcanzar los objetivos de recogida y reciclaje, las organizaciones firmantes del manifiesto coinciden en señalar la necesidad de que en el futuro Reglamento haya mayor seguridad jurídica para afrontan nuevos costes, cambios operativos e inversiones.

Si bien las organizaciones firmantes del manifiesto apoyan la ambición del futuro Reglamento de reducir los residuos de envases y lograr que todos los envases sean reciclables o reutilizables para 2030, la coalición también considera que, en las próximas negociaciones del Consejo de la Unión Europea, deberían estudiarse objetivos más flexibles que midan el impacto de las medidas sobre toda la cadena de valor del sector agroalimentario.